La Fragilidad en las cosas.

Se escribió sobre el escritorio...

(Y si quisiera:

roería en vos

toda la carne

de tu hueso.

Las gotas de saliva.

Lo espeso de tu vientre

el tabernáculo de tu fuego.

Todo en tí lo consumaría.

Como un incendio voraz

no dejaría de tí

ni ceniza.)

Yo no veo

Andrew Wyeth

la fragilidad en las cosas
Indecorosa
o que pervierte.
Sentir despacio,
entrar de-prisa
¡Cuidado con lo que se quiere!
Lo disímil de la historia
las lentes con las que se lee,
la cuenta que es suma
de oraciones subsiguientes.

Distante
sin estribo. 
Paso de una acera
a la pendiente.
La sed de mi destino
es la que me estremece.
Palpito lo que está cerca
lo que es próximo me enardece,
la explosión de los sentidos
diaria ración
para lo que viene.

Yo no veo 
la fragilidad en las cosas.
Las acaricio
como se debe.
Las palpo con la punta
de mis dedos interpretes.
Analizo sus estructuras,
inspecciono sus pliegues.
Me voy haciendo una;
ritual 
de formas en fiebre.
Voy descociendo sus fibras
músculos y relieves;
y los uno con mi aguja
el tacto
es mi aliciente.

Yo no veo la fragilidad en las cosas.
La siento
en mí yerre.
Las entrañas me devora
la pulsión a lo que no se puede.