Agonía.

Se escribió sobre el escritorio...




"Agonía, agonía, sueño, fermento y sueño.
Éste es el mundo, amigo, agonía, agonía.
Los muertos se descomponen bajo el reloj de las ciudades,
la guerra pasa llorando con un millón de ratas grises..." (Federico García Lorca, Oda a Walt Whitman)




Hay días 
en que la agonía
exuda un olor,
que se cuela
por las rendijas,
y sus gritos de dolor
ensordecen las entrañas
de quienes gritan.
Carcajadas de horror,
espanto que en mueca
se hace risa.


Aseguran algunos
que todo tiene precio 
que la dignidad se compra
y el amor se vende;
- Baratijas -
a dos pesos o a uno,
en el mercado
o el pulguero.


Las calles recrean un viejo cuadro
- arte abstracto moderno -
imágenes de dolor
y oscurantismo ecléctico:
vagabundos y asesinos
transeúntes confinados
al suicidio perpetuo.


El reloj y su doctrina
- hay que ponerle tiempo al tiempo -
hipnotiza y paraliza
la brevedad del sueño,
lo inconstante se acelera
la virtud se queda en término
cuentagotas, manecillas
giramos como en péndulo.


Todo estremece.
El calor sofoca
y la última gota de estupefacción
se desliza,
tras ser pronunciado
un perdón,
un recogimiento;
en la ventanilla 
del usurero.


El aforismo de la existencia,
la regla sencilla
- lo que nace termina -;
invita a una renuncia
con sed de muerte:
el futuro no existe,
vive el hoy
como quien muere;
y esa es la consigna
para los que venden
la felicidad en pastillas
y la paz como CDN.


¡Agonía!
¡Mansedumbre que se cuece
en los hospitales con morfina!
¡Anestesia que adormece
a los pueblos que olvidan!
¡Cuán insigne es tu victoria!
¡Cuán pérfida tu codicia!


- La guerra es de quienes mueren -
repiten 
los que 'no pierden',
y el sistema los aniquila
con la misma fuerza
que los sostiene.


La sangre se desolla
en el cuello de los que hoy penden,
en el árbol de nuestras omisiones
con la soga de nuestra decidia. 


¡Y así, todo es sombra!
¡Todo es agonía!

Comentarios

Entradas populares