Oblación.

Se escribió sobre el escritorio...


Rásgame las primeras vestiduras.
Descóceme la piel
y lo que no se palpa.
Alcanza lo que está oculto,
lo que es visible sólo
para los ojos del alma.


Rompe las ataduras,
las cadenas
que a la libertad ufanan.
Y desolla el sacrificio
que envilece
y amordaza.


No se quede sin un cántico
la afrenta contra uno mismo, 
la batalla.
Que se coreen mil cantos benditos
que exalten la gloria
de una fe laureada.


Cuéceme el alma
¡Oh Dios bendecido!
¡Que se caldean mis faltas!
Dime ¿cómo se combate al enemigo
en la hora de la angustia,
con tanto miedo,
estupor y lágrimas?


Déjame Señor
cargar la cruz contigo,
¡Oh mi dulce amor!
¡Cuánto te he ofendido!
Permíteme ¡Oh Padre!
en el madero cruel y enardecido
clavar mi carne
como oblación
al dolor que he producido.


¡Sangre derramada, 
total renuncia!
¡Agua del costado,
misericordia impoluta!


Has resucitado ¡Jesús!
¡Oh Trino!
La Pascua ha comenzado
y el amor
¡ha vencido! 

Comentarios

  1. Excelentes imagenes que vislumbran en cada verso, sentido y muy profundo.!!! No sé como llegué en este espacio pero muy bueno espero volver! Un abrazo.

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  2. Bienvenido al escritorio. Una y otra vez puedes hacerlo. Este es un espacio para compartir mis escritos y poesía. Agradezco tu comentario y que lo hayas disfrutado. Un saludo.

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